Los dispositivos electrónicos pasaron a formar parte de nuestra vida cotidiana, y ya a temprana edad los niño, niñas están expuestos a un mundo donde las pantallas impactan en su desarrollo y bienestar.
La psicóloga especializada en jóvenes, Susana Mandelbaum, aseguró que “las pantallas nos modificó muchos aspectos de nuestras vidas, pero, ahora, el problema es la “sobredosis tecnológica”, que nos agota y nos vuelve completamente dependientes”.
Mandelbaum afirmó qué “tanto adultos como jóvenes y niños tienen que conversar y pensar acerca de los beneficios, pero también sobre los perjuicios”.
Para eso, la psicóloga planteó cinco consejos para adultos, como para niños, para reducir el tiempo delante de una pantalla:
Establecer momentos específicos del día: el horario de las comidas es un buen momento para apagar o separar los dispositivos y conversar cara a cara y descansar la vista.
Fijar un límite al tiempo para los videojuegos: La recreación y la interacción con otros jóvenes que allí se da es valiosa, pero el riesgo de adicción existe. Los padres deben explicarles a los niños y jóvenes las consecuencias en su cuerpo y en su mente de buena manera.
Ser coherentes: Los adultos no deben exigirles a los más chicos alejarse de las pantallas cuando ellos no se apartan de los celulares. Deben tener en cuenta que son un modelo donde sus hijos se reflejan y que el uso de la tecnología es un tema de conversación, no de pelea.
Conectar con el afuera: Lo presencial es irremplazable. Organizar actividades fuera de casa, fomentar y potenciar actividades al aire libre, colectivas.
Cuidar la vista: Así como nuestra concentración tiene un límite, nuestra visión también. El riesgo de saturación está presente. Hay que registrar cuando uno está “pasado” y desconectar. Los recreos son muy importantes para evitar lesiones y mantener el rendimiento.