Nuestra mente es mucho más maleable de lo que pensamos. Aunque nos resulte sorprendente, conservamos durante toda la vida la misma capacidad de aprender que teníamos cuando éramos niños. Lo que sí perdemos con el paso del tiempo es la necesidad y la motivación para aprender, de modo que vamos construyendo sentencias sobre lo que no podemos ser: el que está convencido de que las matemáticas no son lo suyo, la que siente que no nació para la música, la que cree que no puede manejar su enfado y el que no puede superar sus miedos.
Demoler estas creencias es el punto de partida para mejorar cualquier cosa, en cualquier momento de la vida. Esta es la buena noticia: se pueden cambiar ideas y sentimientos, aun aquellos que están profundamente arraigados. La mala noticia es que para transformarlos no basta con proponérselo. Así como concluimos a la velocidad de un rayo si una persona nos parece confiable, inteligente o divertida, también los juicios sobre nosotros mismos son precipitados e imprecisos. Ese es el hábito que tenemos que aprender: el de hablar con uno mismo. Por suerte, la mala noticia no es tan mala. Disponemos de una herramienta simple y potente: las buenas conversaciones. Mezclando neurociencia, historias de vida y mucho humor, este libro explica cómo y por qué estas buenas conversaciones mejoran la toma de decisiones, las ideas, la memoria y la vida emocional y, así, pueden cambiar tu vida.
Para empezar este escrito lo primero que vamos hacer es dar una breve definición de qué es la palabra y luego hablar sobre la neurociencia
La palabra es una unidad básica del lenguaje humano que tiene significado, puede usarse por sí sola, y no puede dividirse sin perder su significado. Los hablantes normalmente tienen una intuición clara de lo que es una palabra, sin embargo definirla de manera teórica precisa es mucho más difícil, y se han propuesto distintos criterios.
Neurociencia
La neurociencia es una disciplina científica que estudia el sistema nervioso y todos sus aspectos: por ejemplo, estructura, función, desarrollo ontogenético y filogenético, bioquímica, farmacología y patología, y cómo sus diferentes elementos interactúan, dando lugar a las bases biológicas de la cognición y la conducta.
Por otro lado, las neurociencia engloba una amplia gama de interrogantes acerca de cómo se organizan los sistemas nerviosos de los seres humanos y de otros animales, cómo se desarrollan y cómo funcionan para generar la conducta. Estas preguntas pueden explorarse usando las herramientas analíticas de la genética y la genómica, la biología celular, la anatomía y la fisiología de los aparatos y sistemas, la filosofía la biología conductual y la psicología.
Relación entre la neurociencia y la palabra
Las neurociencias del lenguaje son una rama de la neurociencia cognitiva, disciplina que trata de entender la relación entre las experiencias mentales y la biología humana, y se enfatiza en el cerebro y sus vínculos con el cuerpo. Los seres humanos tenemos muchas capacidades mentales distintas que pueden ser exploradas cientificamente. Hay investigadores que se interesan por conocer la base cerebrak de la memoria; otros estudian el origen de las emociones, la atención, la conciencia. Tratar de comprender
El investigador del CONICEF Adolfo Garcia explicó que "las neurociencias del lenguaje también se interesan por saber qué le ocurre al cerebro cuando se afectan nuestras capacidades linguísticas, ya sea por un declive cognitivo propio de la edad o por alguna patología cerebral, ya sea adquirida (como en las afasias) o neurodegenrativa, por ejemplo, en las enfermedades de Alzheimer o Parkinson".