jueves, 12 de junio de 2025

Día del Escritor

El 13 de junio se celebra el Día del Escritor en conmemoración al nacimiento de Leopoldo Lugones en 1874 y quien murió el 8 de febrero de 1938. Era poeta, cuentista, ensayista y novelista argentino.
Nace y crece en la frontera entre Córdoba y Santiago del Estero. Lugones fue un vanguardista particular del modernismo. 
El modernismo puede ser visto como el momento de ruptura de la poética latinoamericana respecto del mundo europeo. Sin embargo Lugones, que participó activamente de esta corriente, y que tiene libros extraordinariamente vanguardistas como "La Guerra Gaucha" o "Lunario Sentimental", cuando aparecen las vanguardias argentinas de la década del 20, y las vanguardias europeas en la del 10, va a ser absolutamente crítico, y va a considerar de algún modo que vienen a postular una especie de generación de las artes, en la que todo vale porque se rompe el principio de armonía, que era el que sostenía la belleza y la valoración de la belleza.
Hay una serie de escritores que se podrían pensar como discípulos de Lugones, del círculo más estrecho de sus amigos, como Samuel Glusberg, Horacio Quiroga y Ezequiel Martínez Estrada, con quien hay una relación de filiación, de amistad y de crítica por parte de Martínez Estrada hacia Lugones.
Para Lugones, el rol del escritor estaba unido al destino de su país y por lo tanto, debía ser parte de su acción política. Admirador de las bibliotecas populares (contaba anécdotas sobre cómo lo marcó la biblioteca de su pueblo), dirigió hasta su muerte la Biblioteca Nacional de Maestros y contribuyó a diseñar una reforma para la educación secundaria argentina.
Lugones fue parte de las contradicciones de una época que vio nacer el voto universal en nuestro país, en 1912, y que, a su vez, permitió el Golpe de Estado de 1930. Socialista en su juventud, fue acercando progresivamente sus ideas al nacionalismo hasta el punto de reivindicar el golpe de estado del general José Félix Uriburu contra Hipólito Yrigoyen.
Leopoldo Lugones expresó sobre el golpe a Hipólito Yrigoyen qué “ha sonado otra vez, para bien del mundo, la hora de la espada. Pacifismo, colectivismo, democracia, son sinónimos de la misma vacante que el destino ofrece al jefe predestinado, es decir, al hombre que manda por su derecho de mejor, con o sin ley, porque está, como expresión de potencia, confúndeme con su voluntad. El ejército es la última aristocracia, vale decir la última posibilidad de organización jerárquica que nos resta entre la disolución demagógica”.