Mirta dio a luz el 14 de agosto de 1971 en el Hospital Municipal de Pilar, provincia de Buenos Aires. Mientras los medios y la sociedad hablaban de un hecho "extraordinario" en esa época, detrás se ocultaba lo peor: un abuso sexual infantil del cual todos guardaron silencio.
El 14 de agosto de 1971, en el Hospital Municipal de Pilar, se produjo un hecho que conmovió a la Argentina. Una nena de apenas 10 años dio a luz a un bebé de más de tres kilos, en un parto por cesárea.
El bebé nació a las 10.30, pesó 3 kilos 100 gramos y fue llamado Ramón Marcelo, aunque algunos medios lo apodaron "Robertito" en homenaje al médico que lo trajo al mundo.
"Es un muñeco para una madre tierna e inocente que es, también, una muñeca. El suceso, asombroso, conmueve precisamente porque es como un milagro palpitando en el corazón de ella, sin comprender la grandeza del suceso: le ha dado al Mundo un hombre. Bendita sea", había publicado el diario Crónica.
Su madre la describía como "una chica normal, muy obediente", que siempre la ayudaba en su casa "barriendo y haciendo los mandados". También decía que "tenía un buen promedio en la escuela y que era una excelente niña". De hecho, también evitaba hablar del delito del que había sido víctima su hija.
El caso quedó bajo la atención del doctor Roberto Pezzoni, jefe del Servicio de Obstetricia del Hospital Municipal de Pilar; y del doctor Servidio Clavellés, su director. Ambos decidieron seguir el embarazo hasta el final y planificar una cesárea, ya que (según dijeron en aquel momento) el cuerpo de la menor no estaba preparado para un parto natural.