sábado, 6 de diciembre de 2025

COMO RESOLVER LOS CONFLICTOS DE LA VIDA COTIDIANA

En esta oportunidad vamos a hablar sobre como resolver los conflictos de la vida cotidiana, para eso vamos empezar dando la clasificación de la palabra conflicto, la cual es una situación de dos o más personas con intereses distintos entran en confrontación, oposición o emprender acciones mutuamente antagonistas, con el objetivo de dañar, eliminar a la parte rival o arrebatarte poder de algún tipo en favor de la propia persona o grupo.
 
Pueden producirse conflictos entre amigos y miembros de la familia, pero también entre compañeros de trabajo, clientes y usuarios.

La resolución de conflictos no es fácil para todos. A algunas personas por naturaleza le sale dar respuestas poco saludables, aunque no sea lo que pretenden decir. Por eso es esencial conocer habilidades importantes para la resolución de conflictos. En lugar de manejar una situación con ira y resentimiento, las habilidades para la resolución de conflictos te enseñan a responder de una manera calmada y no defensiva.


A continuación daremos algunos ejemplos sobre como resolver conflictos: 

1 RESPONDER A UN ATAQUE VERBAL: En pleno tránsito, en la cola del súper o mientras haces un trámite. Defendé tu lugar: si no contestás, estás reforzando ese comportamiento agresivo. Intentá modificar la actitud de la otra parte: mantenete erguido, sin perder el contacto visual, y con un tono de voz medio pero firme (y siempre con educación), hacele saber que no estás de acuerdo con ese modo de trato.

2 PROTESTAR ANTE UN ABUSO: Si sólo consideramos los deseos y las necesidades de los demás, es probable que te cueste denunciar una situación abusiva. Defiende tus derechos sin perder tu postura y animate a decir lo que te molesta con educación y respeto.

3 ACLARAR UN MALENTENDIDO: Si ha habido una situación confusa con un amigo o un colega, preguntá directamente qué ocurrió, exponiendo tus sentimientos. No emitas juicios antes de tener información suficiente ni actúes por suposiciones, porque sólo vas a embarrar el terreno. Expresarse con claridad y sin vueltas es la clave.

4 TERMINAR UNA RELACIÓN CONFLICTIVA: Buscá el momento oportuno y ponerle fin al vínculo con ese amigo, vecino o compañero que te trae dolores de cabeza. Escoge palabras sencillas y frases cortas, y evitá las recriminaciones. Lo mejor es ir al grano; así no vas a poder volver atrás ni dejarte manipular.

5 LIDIAR CON UN SUSCEPTIBLE: No pierdas el control, pero tampoco te calles para cuidar al otro. Si te enojas respirá hondo y restale importancia a las quejas. Es importante que no le prestes demasiada atención y de ese modo evitarás entrar en discusiones recurrentes que no van a llegar a ningún lado.

6 DECIR “NO” SIN CULPAS: Expresá tus pensamientos sin excusarte ni disculparte, porque esta postura le dará al otro herramientas para reproches injustos. Sé firme: ante cualquier propuesta, es tu derecho tanto aceptar como decir que no. No bajes los ojos y mantenga un tono de voz firme (ni agresivo ni sumiso).

7 PEDIR UN ASCENSO: Es clave que te sientas seguro de cuánto aportas a la empresa. Elegí el momento apropiado: no abortes a tu jefe cuando está apurado y evitá los lunes, día en el que todos estamos sobrecargados y distraídos. Lo mejor es solicitar una entrevista y aprovechar una conversación de trabajo para explicarle tus aspiraciones. Resumí tu discurso en dos o tres frases, siempre con un tono amable y relajado.

8 ENTABLAR NUEVOS VÍNCULOS: Si estás en una reunión y hay gente con la que te gustaría entablar una amistad, es importante que te comportes de forma natural, con buen humor y sinceridad. Interesante por los otros sin ser hermético, dando vos también información sobre tu vida y tus gustos. Más adelante, cuando se haya iniciado el vínculo, anímate a proponer: no esperes a que te inviten siempre, a veces es bueno dar el primer paso.

9 DISCREPAR SIN DISCUTIR: Primero hablá, de manera serena, y luego dedica el mismo tiempo y energía a escuchar. Cada cual tiene que tener su espacio para exponer su punto de vista sin interrupciones. ser conciso y no derivar la conversación a otras cuestiones o reproches antiguos. Un tema a la vez, se puede discrepar con madurez.

10 HABLAR EN PÚBLICO: Prepararte previamente es central: conocé bien el tema a desarrollar. Dividí en partes el discurso, escribiste un guión y ensayaste en voz alta. Rodéate de pensamientos positivos como "soy capaz de hacerlo" y "voy a cautivar a mi audiencia". Antes de empezar, respirá profundamente para ganar relajación.

11 PEDIR UN FAVOR: Los demás no están obligados a darse cuenta de lo que necesitamos, por muy obvia que sea la situación. Anímate a contar con quienes te rodean, del mismo modo en que ellos pueden contar con vos. Expresá tu demanda de manera concisa, en un tono natural, sin titubeos y sin excusas. No estás haciendo nada malo con intentar un pedido. El otro siempre puede decir que no, y es importante que si así sucede, también lo aceptes con naturalidad y sin ofenderte.

12 ADMITIR TU IGNORANCIA: Hace falta reforzar nuestra autoestima para poder decir "no lo sé" sin miedo al qué dirán. Pero es imposible saberlo todo y es una valorable actitud demostrar humildad y reconocer cuando no sabemos
algo. Además, el desconocimiento no implica inferioridad: cada cual sabe de lo que le interesa, así que no te justifiques por no estar al tanto de todo y pedí que te expliquen lo que necesites sin vueltas.

TIPOS DE CONFLICTOS 

En la vida cotidiana podemos tener muchos tipos de conflictos, y la mayoría son bastante comunes. Acá tenés una lista clara y ordenada para entenderlos mejor:

1. Conflictos personales (con uno mismo)

Son los que tenemos internamente.
Ejemplos: Dudas sobre decisiones, culpa o inseguridad y no saber manejar emociones.

2. Conflictos familiares

Suelen ser los más comunes y emocionales.
Ejemplos: Discusiones entre padres e hijos, problemas de convivencia, celos entre hermanos y diferencias en normas y límites.

3. Conflictos de pareja

Relacionados con emociones, comunicación y expectativas.
Ejemplos: Celos, falta de comunicación, malos entendidos y diferencias de prioridades o hábitos.

4. Conflictos en el trabajo

Ocurren por presión, responsabilidades o personalidades distintas.
Ejemplos: Malos entendidos entre compañeros, choques con un jefe, reparto injusto de tareas y Problemas de puntualidad o rendimiento.

5. Conflictos con amigos

Afectan la confianza y el vínculo.
Ejemplos: Comentarios que molestan, sentirse ignorado, envidia o celos y falta de apoyo.

6. Conflictos de convivencia

Con personas con las que compartimos espacio (familia, pareja o compañeros de casa).
Ejemplos: Orden y limpieza, ruido, reparto de gastos y uso de espacios comunes.

7. Conflictos sociales o con desconocidos

De esos que pasan en la calle o en lugares públicos.
Ejemplos: Discusiones de tránsito, problemas en colas o turnos y malos entendidos por falta de respeto o impaciencia.

8. Conflictos económicos

Por gastos, deudas o falta de dinero.
Ejemplos: Disputas por quién paga, diferencias sobre prioridades económicas y préstamos no devueltos.

9. Conflictos culturales o de valores

Pasan cuando chocan creencias, costumbres o formas de pensar.
Ejemplos: Diferencias religiosas o ideológicas, discusiones por estilos de vida y opiniones opuestas sobre temas importantes.

10. Conflictos escolares

Para quienes estudian.
Ejemplos: Malentendidos con profesores, discusiones con compañeros y trabajo en equipo que no funciona.